TIEMPO DETENIDO
«Los cuadros de Fernando Romero poseen la capacidad de deleitarnos a primera vista por la belleza de su forma, una forma abstraída de cualquier significación ilustrativa. El espectador no deja de advertir por un solo instante qué es lo que se ha pintado, pero de inmediato se comprende que la forma que deleita al ojo es significativa. Se apodera de lo cotidiano y lo dota de nuevos sentidos, de una significación especial, mediante el sello de una mirada.
La evidente base fotográfica ha sido sometida a un minucioso proceso de selección que convierte la fotografía en un instrumento para corregir su propia forma de mirar. La fascinación por el paisaje, no sólo como representación ilusionista de la realidad, sino sobre todo como ficción. La pintura como el medio capaz de dar forma y poner al alcance algo no visual e incomprensible.
En su pintura Fernando Romero muestra instantes de tránsito, estados fugaces, flujos eternos, un tiempo a la fuga, el latido imperceptible del paisaje, el recuerdo imborrable de cuando nada sucede…
En sus cuadros, bandas de color nos señalan que lo que estamos viendo no es una nube, no es una montaña, no es un árbol, ni siquiera es una fotografía, lo que estamos viendo es una visión de la nube, de la montaña, del árbol, de la fotografía, lo que estamos viendo es pintura. Una pintura donde se puede intuir, diáfano y efímero, el eterno e ininteligible misterio escrito en las nubes.»

Ernesto Utrillas Valero